Una amiga que compite, en realidad, es una rival. Mejor estar sola que entrar en esa disputa.
Algunos amigos no son capaces entregar un buen sentimiento y, muchas veces, para nuestro propio equilibrio, lo mejor es alejarse. Eso no significa que perdimos amigos, sólo que aprendimos cuáles de ellos nos estiman de corazón.
Porque muchos compiten en vez de admirar y se satisfacen con esa relación nociva aun padeciendo con las siguientes posturas:
Algunos amigos no son capaces de entregarse a un buen sentimiento y, muchas veces, para nuestro propio equilibrio, lo mejor es alejarse. Eso no significa que perdemos amigos, sólo que aprendemos cuáles de ellos nos estiman de corazón.
Porque muchos compiten en vez de admirar y se satisfacen con esa relación nociva aun padeciendo con las siguientes posturas:
1 – Sufre con tus conquistas.
Aquella amiga que compite en el fondo no puede verte si te va bien que, cuando no da esa sonrisa falsa, simplemente pone mala cara y no puede disimularlo aunque trate. Y así que para evitar que su tristeza por tu éxito te duela en corazón, mejor alejarse.
