Nunca pierde aquel que da amor, pierde siempre el que no sabe recibirlo

El amor es la más fuerte apuesta en la cual damos por ofrenda lo más sagrado que tenemos: el corazón. El amor es un arte que reconforta, abriga y alimenta el alma. Es el sinónimo de entrega más auténtico, pero saber recorrer el camino de la entrega que ello implica, es una obra que se trabaja con el tiempo, ese que se consolida y se va haciendo sólido.

No todos tienen la misma capacidad de amar, como tampoco todos saben comprender el lenguaje del amor: les cuesta entenderlo, percibirlo, recibirlo y sobre todo aceptarlo. Entre el amor y amares ¿se sufre por amor? ¿qué tanto se pierde amando al equivocado?

El cielo es el límite


Cuando de amor se trata, quien ama verdaderamente no mide jamás las consecuencias, no mide el tamaño de lo que entrega ni de lo que quizás este arriesgando en esa apuesta en que se puede ganar o perder. El cielo es el límite para quien ama con locura.

Pero en cuestiones de amor, quizás aquello que se entrega, retorna al lugar de donde partió cuando se consagra a la persona equivocada porque en realidad, lo que sucede es que a veces el tiempo nos devuelve ese tesoro enterrado del alma para dejarlo en la persona correcta.


"Puedes utilizar los botones de abajo para ver más"