Estamos rodeados de personas tóxicas. Nos envenenan, nos enferman. Poco a poco nos abruman. Las personas difíciles se sienten atraídas por las personas racionales, y todos hemos tenido (o tenemos) al menos una persona tóxica y vamos hacia ella como un hilo de alambre de púas en un sinfín de intentos para complacerla (pero en realidad nunca lo hacemos).
La persona tóxica tiene su veneno en su sutileza y en la forma en que puede generar preguntas y respuestas victimizadoras. Las personas tóxicas te hacen creer que es tu “exageración” que tu “hipersensibilidad”, tu “tendencia a malinterpretar” las cosas te están volviendo loco.
Hay muchas cosas que hacen las personas tóxicas para manipular a otros a su favor.
1. Te harán preguntarte con qué versión de ellos estás tratando.
Serán completamente amorosos un día y al siguiente te harán cuestionar qué hiciste para molestarlos. Pasarás todo el día tratando de descubrir qué hiciste mal. Pueden ser irritables, tristes, fríos o irritables, y cuando preguntas si algo está mal, la respuesta puede ser: “¿Realmente no lo sabes?”
Te darán lo suficiente para hacerte saber que algo le está molestando. Este “justo” puede ser un suspiro, una ceja levantada o desdén. Cuando esto sucede, te disculpas o haces todo lo posible para mejorar a la persona. ¿Ves lo que hiciste? – Todo para mejorar el estado de ánimo – Ahora ya sabes por qué funciona para ellos.