Si preguntas a los demás qué es lo que más desean, para sí y para sus hijos, la gran mayoría te contestará lo mismo: “ser feliz”. Quizás tú respondas lo mismo. Pero lamentablemente alcanzar ese estado no parece tan fácil, si juzgamos por la enorme cantidad de personas que afirma que no es feliz.
¿Será realmente difícil alcanzar la felicidad? ¿Habrá alguna receta para lograrlo?
¿Cuál será el secreto de la felicidad?
Subjetivo
La felicidad es un estado de ánimo que supone una satisfacción. La persona que está feliz se siente a gusto con su vida, consigo mismo y con los demás. Está contenta y complacida.
El concepto de felicidad es subjetivo y relativo, no existe un “índice de felicidad” o una “categoría” determinada que sea necesario alcanzar para que alguien se considere una persona feliz. Esto conlleva un gran problema: al no ser algo general, establecer parámetros universales conlleva una gran dificultad.
Sin embargo, sí es posible definir algunos aspectos, que nos orienten para saber cuáles son los aspectos que ayudan a alcanzar la felicidad.
Los errores
Quizás resulta más fácil saber cuáles son los errores que nos impiden ser felices.
El decir “Sería feliz si…” es el primer y gran obstáculo. Condicionar la felicidad a determinados logros, por ejemplo, puede generar una gran ansiedad y un displacer generalizado, ya que mientras no llegue “eso” que tanto se desea, vivimos en un estado de insatisfacción que puede llegar a todos los aspectos de nuestra vida.
Para decirlo de otra manera: el ser humano suele sentir felicidad al alcanzar sus objetivos o solucionar los retos que implica la vida cotidiana. Cuando esto no se logra, se produce la frustración que lleva a la pérdida de la felicidad.
Lo que no es
Hay quienes creen íntimamente que la felicidad está relacionada con los bienes materiales y con el dinero. Por ello, dirigen su vida a obtener los símbolos de confort y aceptación social, que dan una falsa sensación de felicidad.
En realidad, esto puede llevar a una espiral de trabajo, adquisiciones e infelicidad, porque nunca se llega a tener todo. Es como el ratoncito que corre encima de una rueda, tratando de alcanzar la comida a la que nunca llega, una carrera sin sentido y sin final. En estos casos, el dinero no es el medio para satisfacer las necesidades materiales, sino una “búsqueda de productos” que le permitan alcanzar “la felicidad”.
Por ello, se dice que “el dinero no hace la felicidad, pero ayuda”: el problema para estas personas es saber cuándo el dinero pasó de ser un medio, a un fin en sí mismo.
Basar la felicidad en las cosas materiales encierra un gran peligro: ellas se pierden, se dañan, se roban, pasan de moda. En todos estos casos, aparece la infelicidad y el ciclo se reinicia.
Lo que dicen los sabios
Prácticamente desde que el hombre es hombre, se ha hecho preguntas sobre la felicidad y ha encontrado diferentes respuestas.
“No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino”, dijo Buda Gautama, expresando que cuando nos obsesionamos por una meta (conseguir un trabajo, ganar un partido, tener el auto, recibirnos) olvidamos que lo que hacemos para lograrlo es lo que nos brinda la felicidad.
Sócrates, el filósofo griego, dijo: “El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”.
Aristóteles expresaba su concepto de la felicidad en una escueta frase: “La felicidad depende de nosotros mismos”, alinéandose de alguna manera con Platón, que sostenía: “El hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo y no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz”.
Estudio
Los psicólogos Seligman, Peterson y Steen abordaron el tema de la felicidad.
Para ello, propusieron una serie de ejercicios virtuales en su sitio web. Los llamaron “Ejercicios para la felicidad” y en ellos participaron 544 personas.
El estudio se definía como “una oportunidad de probar actividades diseñadas para aumentar la felicidad”. Eran cinco ejercicios: uno de ellos enfocado a cuán agradecidos eran los participantes y otro, en el que los participantes debían destacar lo mejor de sí mismos. Los ejercicios restantes resaltaban las fortalezas de carácter de cada voluntario. Todo debía realizarse en una semana.
Se les pidió también que escribieran un diario acerca de los primeros recuerdos de su vida, cada noche, durante una semana. A partir de esto, los investigadores monitorearon los síntomas de depresión y felicidad en los voluntarios.
El secreto
Uno de los ejercicios que incrementó la felicidad en mayor grado fue visitar a un ser cercano para expresarle gratitud. Además, esto disminuía los síntomas de depresión.
Los participantes que continuaron realizando los ejercicios por sí mismos, informaron más beneficios a largo plazo en su estado anímico.
Si la gratitud es tan importante para nuestra felicidad, ¿qué circunstancias la afectan? Estas son algunas de ellas.
1) Según lo positivos o negativos que nos levantemos, sabremos o no distinguir la acción de los demás positivamente.
2) La rutina diaria nos abruma de tal manera, que nuestros días se vuelven iguales y no nos permite apreciar las emociones nuevas y los pequeños detalles.
3) No vivir centrado en el aquí y en el ahora, no disfrutar el presente.
4) Utilizar un lenguaje pesimista y negativo.
5) Basar nuestra vida en la queja: cuanto más lo hagas, más te estancarás.
Cambia
Si no eres feliz y quieres serlo, modifica tu vida. Empieza el día agradeciendo: por comenzar un nuevo día, por poder ducharte con agua caliente, por dormir en una cama, tienes seguramente muchos motivos.
Si agradeces a alguien, sonríele y mírale a los ojos, siente de verdad la gratitud. Puedes utilizar tarjetas de agradecimiento para reforzar tu acción. Anota las cosas por las que debes agradecer.
Ayuda a los demás, mejorarás tu ánimo y te fortalecerás con una gran sensación de gratitud.
La gratitud hace que nos sintamos mejores personas, con ella nos sentimos felices y hacemos felices a los otros.
Agradecer a la vida, al Ser Supremo en el que crees, por las cosas más simples e incluso por los problemas, porque ellos te permiten superarte. Sé feliz