Podemos definir de manera sencilla al agotamiento emocional como un estado al que las personas llegamos como producto de una sobrecarga de esfuerzo constante, y en particular no nos referimos únicamente al agotamiento y stress dados por los excesos laborales, sino más bien hablaremos del agotamiento producido por cargar con la pesada responsabilidad de asumir conflictos y responsabilidades personales.
Todo esto nos provoca fatiga mental y emocional y finalmente un estado de agotamiento tanto físico como psicológico crónico, resultado de un exceso de exigencias personales y un estado de estrés mental persistente. Tenemos la sensación de estar emocionalmente exhaustos y agotados por las situaciones que nos rodean, y no podemos pensar de manera clara.
Un día sientes que no das más
Si bien no se llega a un estado de agotamiento emocional de la noche a la mañana puesto que se trata Se trata un estado mental que se incuba de manera lenta y progresiva, hasta que llega el día en que la persona se desploma y siente que no da más. Este punto de inflexión tiende a paralizarnos, la depresión profunda o la enfermedad somática crónica, de pronto nos miran a la cara de frente.
Enfermedad moderna
El agotamiento emocional es una preocupación hoy día, con cifras especialmente sorprendentes en algunos sectores con gran desgaste físico y emocional, como la sanidad. El agotamiento emocional tampoco debería confundirse con el síndrome de fatiga crónica (SFC), el cual implica periodos prolongados de fuerte cansancio físico y mental durante al menos seis meses. Y muchos pacientes reportan dolor físico con la menor actividad. Se trata de un cansancio emocional o agotamiento que suele venir asociado con sentimientos de angustia, estrés y depresión. A un nivel elevado se presentan problemas de atención y la sensación de que los pensamientos se van ralentizando cada vez más.
Por lo tanto, las personas que lo padecen sufren de ansiedad y angustia, cansancio, debilidad, fatiga, agotamiento, hipersensibilidad emocional, pérdida de concentración, depresión, falta de realización profesional y personal, baja autoestima y disminución del rendimiento laboral, afirmó Alejandra Apiquian Guitart docente de Psicología de la Universidad Anáhuac.