SERÍA FELIZ si tuviese el AUTO DEL AÑO.
SERÍA FELIZ SI COMPRO EL ULTIMO TELEFONO MOVIL.
SERÍA FELIZ SI COMPRO LA ROPA QUE ESTA DE MODA
Y así podría seguir con una interminable lista de cosas materiales que teóricamente condicionan mi felicidad, ¿Alguna vez te ha pasado algo parecido? ¿y cuando lo conseguiste, como te sentiste? ¿Feliz? ¿cuánto tiempo te duró esa felicidad? No podemos negar que comprar algo que queremos nos haga sentir bien.
Pero condicionar nuestra felicidad a la posesión de bienes materiales hará que nunca lleguemos a sentirnos plenos, en la vida y que no disfrutemos de las cosas que, si tenemos, nunca podremos tenerlo todo siempre habrá algo que nos falte y re repetidamente caemos en el error de postergar nuestra felicidad hasta que obtengamos lo que supuestamente te falta y será como un círculo vicioso y asi nunca nos llegaremos a sentir 100% felices.
La cuestión es que esa felicidad que “creemos” que nos da la obtencion de cosas materiales es una sensación pasajera. No basta con posesiones. La felicidad verdadera depende de muchos otros factores que nada tienen que ver con lo material y que yacen en nuestro interior.
A ver reflexionemos y analicemos sobre cosas materiales que anhelabas y las conseguiste, acaso no hubo un tiempo en el que pensabas que, si tuvieses eso que ahora tienes, ¿serías feliz? ¿Por qué ese mismo objeto ahora ya no te hace feliz? aplazar nuestra felicidad hasta el momento en que obtengamos lo que queremos nos quita la capacidad de disfrute porque no apreciamos lo genuino.
La alegría de conseguir una cosa nueva dura un par de días. ¿Qué opinan los expertos sobre esto? Un artículo publicado en una revista que estudia el bienestar humano señala que “una vez cubiertas las necesidades básicas, un mejor sueldo no equivale a más satisfacción” (Journal of Happiness Studies). Lo que, es más, se ha descubierto que cuando la gente compra más cosas, pero descuida su espiritualidad y sus valores, es menos feliz.
La pregunta que deberiamos hacernos son las personas más felices ahora que tienen más posesiones.
El psiquiatra Viktor E. Frankl afirmó: “Hoy día hay cada vez más personas que tienen medios de vida suficientes, pero para las que ésta carece de sentido”. Investigaciones han señalado que ir tras las riquezas sin tener un propósito importante en la vida provoca sentimientos de vacío e insatisfacción.
Andamos tan distraídos por esta vida agitada y llena de consumismo, fijándonos siempre en lo que tiene el otro y en que nos sentimos mal por no tener lo mismo, no nos damos cuenta de las maravillas del universo, de los regalos, de sus lugares, de sus detalles, pongamos de ejemplo cuando nos sentamos a leer un libro, buscamos un lugar comodo y relajado para realizar nuestra lectura pero nuestra mente está en otro sitio, y asi perdemos el disfrute del momento, llegamos al final de una página o hasta de un capítulo con la sensación de no haber leído nada, lo mismo pasa cuando condicionamos todo a lo material, perdemos la sensibilidad de apreciar y valorar lo realmente importante.
Así se nos pasa la vida, o así pasamos nosotros por ella, con la sensación de no haberla vivido realmente por haber estado con la atención en algo diferente en algo pasajero, sin ver el hermoso camino que estamos recorriendo. lo que estábamos viviendo.
¿Eras consciente de que la vida te brinda siempre oportunidades? Ya sea en forma de experiencias o enseñanzas. Aprovecharlas o no, es tu elección. Ten en cuenta que No sólo heredamos los bienes materiales, sino también las oportunidades, las experiencias de vida que no hay dinero que pueda comprarlas, ¡inclusive tus errores! si tus errores porque de ellos aprendes.
Sólo tú puedes decidir si quieres usar todas esas herramientas que Dios te ha dado, o si quieres estancarte o quieres multiplicarlas y regalarles a las personas que amas. Esa sensacion de dar todo a tus seres queridos no tiene precio.
El libro Social Psychology (Psicología social) asegura que “las relaciones personales influyen más en nuestro bienestar que el empleo, el salario, la comunidad y hasta la salud”. En otras palabras, para ser feliz, el ser humano necesita dar y recibir amor.
¿Pero, que es lo que realmente uno puede necesitar para ser feliz?
Lo que se necesita para ser feliz es básicamente lo siguiente:
· paz y seguridad
· familiares y amigos que nos amen
· buena salud
· un propósito en la vida
· fe
· una esperanza para el futuro
· amor por uno mismo y por los demas
Y por, sobre todo: gratitud. Ser agradecidos con DIOS y con la vida, agradecer desde el poder despertarnos y tener un nuevo dia una nueva oportunidad para empezar, agradecer por nuestros aciertos y errores, porque a traves de ellos aprendemos, agradecer nos permite mirar todo lo que tenemos, valorar nuestro esfuerzo, ver el camino que recorrimos y como hemos conseguido todo, agradecer por las personas que Dios puso en nuestro camino que no existe dinero en el mundo que pueda comprar a aquellas personas que nos hacen mas bonita la vida.
Los estudios indican que reflexionar en los aspectos positivos de nuestra vida y ser agradecidos por las muestras de bondad que recibimos nos hace más felices.
Debemos ser capaces de saber apreciar las bendiciones con las que normalmente nos vemos rodeados, de todos aquellos detalles que acompañan nuestros días. Sacarnos la venda de los ojos, usar nuestros sentidos para apreciar la oportunidad que se nos presenta con cada despertar de comenzar de nuevo, cada minuto de nuestras vidas está cargado de oportunidades de opciones, darnos cuenta del hemoso regalo que Dios nos da, el de la libertad, nada mas piensa que las cosas materiales nos vuelven esclavos, nos condicionan la felicidad, mientras que DIOS nos da libertad de decisión, libertad para decidir ser felices. Lo tienes en tus manos. aprovechalo.
Abre tu corazón y tu mente para llenarte de cosas que no tengan que ser compradas, para que tu corazón goce con una vida plena como jamás antes habías conocido. Sólo Dios nos da cosas que no cuestan nada, nos acaricia con bendiciones, con personas, con experiencias, sólo Él hará florecer la felicidad en tu vida, y sólo Él podrá traerte un bienestar permanente si sabes recibirlo.