¿Qué son y que los causa?
Los celos son una emoción que se explica desde el punto de vista psicobiológico y cultural.
En una relación de pareja, a cuenta gotas, en dosis mínimas y como una manifestación de alerta ante un cambio en la intensidad de la relación amorosa, pueden resultar saludables. Pero, los celos excesivos se pueden transformar en un arma muy dañina que puede ser muy perjudicial tanto para la propia persona que los siente, como para la pareja en si.
La gravedad de los celos no reside en el hecho de sentirlos, sino en la intensidad de los mismos, en su frecuencia, en la justificación que se utiliza y en la forma en la que influyen en la conducta.
Cómo combatir los celos.
Tu pareja te ha elegido a ti:
Recuerda que primero para aceptar el amor que tu pareja siente por ti, debes comenzar por amarte mucho a ti mismo también. Así, la comparación con los demás tenderá disminuir y más seguridad contigo mismo y por ende confiarás más en tu pareja y no verás fantasmas que en la mayoría de los casos, no existen.
El perfil psicológico del celoso se relaciona muchas veces con una baja autoestima y con inseguridad en sí mismo, aunque por fuera pueden aparentar ser personas dominantes es frecuentemente solo una máscara. Por lo tanto, si eres del tipo celoso, tendrás que empezar a trabajar la autoestima y la aceptación.
Presta atención tu propia vida personal:
Has el esfuerzo de fomentar y dedicar tiempo a tus aficiones y proyectos personales. Ten tu tu propio espacio personal, no es saludable para nadie que cada minuto libre que tengas en tu vida lo pases con tu pareja, resulta sofocante y perjudicial para la relación.Cuando una persona se vuelve más independiente y creativa, es menor la probabilidad de que sienta celos. Además, aumenta la comprensión hacia las actividades que realiza la pareja y por último te vuelves más interesante, cuando hablas apasionadamente sobre tu nuevo proyecto o el libro que estás leyendo, generas interés y no pierdes energía imaginando mil escenarios en los cuales tu pareja te podría estar a punto de engañar.
